Típico.

Imagínate una noche, una mala noche, discutes con él como no lo habías hecho antes, te sientes mal no, lo siguientisimo y siendo como yo, quieres cortarte pero te aguantas y para desaogarte, a la una de la madrugada te pones a escribir esto.
Llega el día siguiente y sigues con esas ganas, son tantas tantísimas las que tienes que quieres llevar una cuchilla a clase por si acaso.
Estas a segunda hora de clase, y las ganas aumentaron demasiado, coges la cuchilla la cual habías guardado en el estuche y sales de clase corriendo mientras empiezas a llorar como una gilipollas, el profesor y los compañeros se quedan extrañados, el profesor grita desde el pasillo que vuelvas pero no le haces caso, él entra en clase y sigue como si nada.
Entonces llegas al servicio, donde te encierras en uno de los baños, coges la cuchilla, la miras y la pones cerca de la piel, pero escuchas la puerta, es tu mejor amiga que te llama, no contestas, esperas a que se valla, y cuando lo hace, te clavas la cuchilla sin ver nada, ya que tienes los ojos empapados de lágrimas, te rajas la piel y la carne, empiezas a sangrar, y te haces varios cortes profundos, sangras, sangras mucho, llenas el suelo de sangre y te manchas a ti misma. Vuelves a escuchar la puerta, esta vez es tu mejor amiga y otras dos personas más, entonces sin querer se te resbala la cuchilla de la mano y cae al suelo, haciendo ruido y manchando más allá de la puerta, las tres chicas se acercan, pronunciando tu nombre tartamudeando, muy preocupadas, son tus tres amigas, entonces abres la puerta y las miras, mientras ellas se quedan paralizadas al verte llena de sangre y llorando, pero reaccionan y van corriendo hacia ti, pero las empujas y sales, en cuanto abres la puerta, ves a un montón de gente, buscándote, todos te miran asustados y se acercan par ver que pasó, pero empiezas a correr apartandolos a empujones, pero entonces alguien te agarra, son dos, son ellos, te detienen, no te dejan seguir, por mucho que quieras, y es ahí cuando te derrumbas, caes al suelo llorando y tapandote la cara con las manos ensangrentadas.
Todos te miran y alguien viene a curarte las heridas.
Te hacen miles de preguntas pero no contestas ni una.
Fue una mañana algo alborotada y llena de sangre y preocupaciones.
Todo por él, por el chico al que amas, por discutir y pensar que lo perderías.